¿Qué hago? Reflexiones sobre la Toma de Decisiones en Correspondencia.

que hago decisiones
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Cuántas veces nos hacemos esta pregunta
ante todas las decisiones que tomamos en la vida, da igual el grado de importancia que tengan, con cada una de nuestras experiencias tomamos una decisión que no siempre implica el no hacer nada y dejar fluir sino en tener que elegir sí o sí. ¿Qué hacer? Es un cuestionamiento que nos acompaña en nuestro caminar, pero ¿cuál es la clave para tomar decisiones auténticas y enriquecedoras?


El Poder de Hacernos Correspondientes:

Después de bastante tiempo de verificación, para mí la respuesta está en hacer con lo que yo quiero hacerme correspondiente. Es como si la vida nos presentara un espejo y, al reflejar lo que queremos atraer, nos volvemos uno con aquello que anhelamos y depende totalmente de nosotros. Por ejemplo, si valoramos una relación, nos gustan ciertas cualidades en la otra persona, esto nos ayuda a desarrollar la actitud por intentar ser nosotros mismos esa persona consciente que nos gusta, con las cualidades que valoramos, y podernos ofrecer desde ahí al otro. Al alinearnos con los valores y cualidades que queremos ver reflejadas, creamos una conexión auténtica con la realidad que queremos manifestar empezando en nosotros mismos, llegando a un punto de satisfacción interna donde hay valoración por uno mismo y donde la relación con el otro se está manifestando dentro de uno mismo. Se trata del proceso de autodescubrimiento, autoconocimiento y la actitud que realizamos para hacernos correspondientes, tomando el objeto exterior de deseo-inspiración como motivador del impulso interno hacia la conexión con una conciencia innata desarrollando las cualidades intrínsecas a esa conciencia.
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Esto lo podemos extrapolar a todas las áreas de nuestra vida. También al ámbito social, cultural, político, etc. Por ejemplo, con qué modelo de sociedad me quiero hacer correspondiente y hacer en función de ello. No de afuera hacia dentro, sino de dentro hacia fuera, teniendo claros los valores y cualidades de experiencia social y haciendo aquello que tenga que ver con ello, empezando desde dentro y desde mi propio metro cuadrado de espacio de existencia.
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Es decir,
No pidas líderes conscientes, sé un líder consciente y actúa en tu entorno en función de ello.
No pidas una relación consciente del tipo que sea, sé esa persona consciente y actúa en función de ello.
No pidas las cualidades afuera, reconecta contigo, con tu esencia, con tu naturaleza y descubre estas cualidades dentro.

Recuerda que cualquier experiencia exterior puedes tomarla como una experiencia contigo mismo también. Es decir, no necesitas estar en pareja para desarrollar las cualidades que valoras en una pareja y aplicarlas contigo mismo. No necesitas ser político o director de una empresa para desarrollar las cualidades que valoras de un líder y aplicarlas contigo y tu entorno más próximo. Etc.


Empatía hacia Nosotros y los Demás:

En este proceso, es importante recordar que nuestras acciones y decisiones tienen un impacto en nosotros mismos y en los demás. Aquí es donde entra en juego la empatía. Al tomar decisiones desde un lugar de valoración y aprecio por nosotros mismos, podemos comprender mejor nuestras motivaciones y necesidades. Esta empatía hacia uno mismo es el primer paso para cultivar una relación sana con nosotros y con los demás.


El Arte de Actuar con Conciencia:

No basta con simplemente actuar en la realidad presente, tomar una decisión y ya está. Debemos considerar las consecuencias de nuestras acciones y cómo afectarán a nuestro entorno. Observar si nuestra acción es una reacción impulsiva o una respuesta consciente, y si hay sentimientos, emociones o pensamientos limitantes detrás de nuestras elecciones.

Por tanto: “yo DECIDO en mi vida”
Cuando decido: “yo ME COMPROMETO CON MIS DECISIONES”
Cuando me comprometo: “yo ASUMO EL RESULTADO DE MIS DECISIONES”

Las Herramientas fundamentales que necesitamos para seguir estos pasos podrían ser:

1. Aprendo a asumir la vida. Primero acepto todo lo que ocurre como necesario en mi proceso y con ello asumo. Cuando yo me siento obligado a algo, no estoy comprometido y no lo he asumido. Si yo decido hacer algo, me comprometo con eso y sí estoy asumiendo. Necesito aprender a asumir mis decisiones y renunciar a culpar a los demás. Cada uno de nosotros tiene libertad para tomar decisiones.

2. Respeto a los demás, no por obligación, no por resignación, no por falta de capacidad, decido por sabiduría. Actúo con eficacia y serenidad ante cualquier circunstancia, dando lo mejor que sepa y pueda de mí en lo que me corresponda realizar. Sin agredir a nadie ni de pensamiento, ni de palabra ni de obra, tendré absoluta firmeza y lealtad con los acuerdos y compromisos que libremente establezca, empezando conmigo.

3. Agradezco todo lo que tengo y todos los retos de mi vida como oportunidades para aprender y evolucionar, liberándome de mis propias limitaciones mentales de sufrimiento.

4. Aprendo a servir. Veo la parte de servicio que hay detrás de cada decisión. Valoro y disfruto de lo que hago. Comprendo que tengo lo necesario para poder hacer lo que hago y renuncio a la queja.

5. Desarrollo la humildad, para acabar con el ego y despertar el amor. La madurez interna significa que yo asumo el resultado de mis decisiones: si mi decisión fue equivocada, asumo el resultado de mi error y aprendo de eso; si mi decisión fue acertada, asumo el resultado de mis valores y que aprendí a hacer algo y lo verifiqué.


La Naturaleza de la Identidad y la No-Dualidad:

Reflexionar sobre la no-dualidad nos ayuda a liberarnos de la rigidez en nuestras identidades y percepciones. Somos seres interconectados en un flujo constante de cambio, y nuestras acciones están entrelazadas con el tejido de la existencia. Al comprender que no hay una identidad sólida y permanente detrás de nuestras acciones y experiencias, podemos transmutar conceptos en verdades, dificultades en oportunidades y crear pensamientos más adecuados.

Esto representa cuando el Yo o el Continuo Mental trascendido mira al Tú. Y cuando mira al Tú, se activa la Divinidad, el Yo Superior o el Continuo de Conciencia Pura, actuando en función de un Nosotros o una Unidad.

El continuo mental siempre mira al Yo, ese continuo de información-creencia-pensamiento-sensación-emoción-sentimiento-palabra-acción/reacción-resultado automático que no cesa su movimiento de extremo a extremo y que tiene sus consecuencias.
Al mirar al «tú» desde la perspectiva de un continuo de conciencia, llámale la divinidad, el yo superior, verdadera naturaleza, o como te resuene mejor, se cultivan las cualidades puras, la ecuanimidad, la paz, el amor incondicional, la compasión, la sabiduría, el desapego o desidentificación del Ego, y ellas son precisamente las que nos guían a trascender el ego, mediante comprensiones profundas, y reconocen la interconexión de todos los seres. Desde esta visión compasiva y sabia, se experimenta el continuo de conciencia y nuestra verdadera naturaleza y se actúa de manera benevolente y en armonía con todos los seres.


Otro Ejemplo:

Imagina a una persona que valora el equilibrio en su vida personal y profesional. Se presenta la experiencia con la decisión de una carrera que le brinde satisfacción y de un ambiente laboral enriquecedor. Precisamente en esa oportunidad, reflexiona sobre sus habilidades y pasiones, y decide tomar la iniciativa para mejorar y actualizarse en su campo profesional. Con esta actitud proactiva, se vuelve más correspondiente con el tipo de trabajo que desea experimentar, y encuentra nuevas oportunidades que le permiten crecer y evolucionar tanto en su carrera como en su vida personal. No rechazando la situación que es la oportunidad y quejándose de ella, sino aceptando que es lo necesario para tomar un impulso al crecimiento y a la satisfacción de dentro hacia fuera, trabajando en aquellos aspectos que nos ayudan a hacernos correspondientes con las experiencias que queremos vivir. Recordemos que todo lo que sucede, es necesario en nuestro proceso de evolución. 

En cada paso del camino, esta persona practica la empatía hacia sí misma, comprendiendo también sus necesidades y limitaciones y aprendiendo a valorar cada toma de decisiones como una oportunidad de aprendizaje y evolución. Al hacerlo, desde una actitud pacífica e imperturbable ante los cambios, retos y aprendizajes, puede tomar decisiones conscientes que están alineadas con lo que valora en la vida, es decir, con Coherencia.


Cualquier decisión puede presentar y presenta conflictos internos:

Para eliminar el conflicto interno es necesario tomar una DECISIÓN, con respecto a las situaciones estresantes, por ejemplo :
– Hablo con el jefe o renuncio al cargo.
– Propongo un acuerdo o acepto la situación.
– Me voy de vacaciones o arreglo la casa.
– Vendo el coche o pido refinanciamiento de la deuda.

Necesitamos aprender a tomar decisiones para no tener conflictos mentales, para romper la dualidad mental, aún siendo la decisión incorrecta. Más vale tomar una decisión que no tomar ninguna y seguir balanceando en los extremos generando más estrés y, muchas veces, consumo innecesario de energía.
Una vez tomada la decisión, cesa el conflicto interno y la mente descansa.


El Amor y la Compasión en las decisiones:

Todo lo que hagas, hazlo con Amor. 

La actitud del continuo de conciencia ante la vida tiene unas cualidades en las que el Amor es una de ellas. No decidas en función del miedo o de otra emoción-sentimiento. Sentirte libre de ello, te permite tener seguridad para tomar decisiones a riesgo de equivocarte y aplicar la autovaloración, la compasión y el amor incondicional cuando esto suceda.

La inseguridad dirá muchas cosas, que no somos capaces, que no podemos vivir sin tal cosa o tal persona, que no podemos seguir adelante si perdemos aquello, pero eso no es cierto porque aún no lo has verificado que es así. Por tanto, toma decisiones en el estado de Amor (cualidad-continuo de conciencia), no de miedo (emoción-continuo mental). Sin decisiones, nos quedamos en una burbuja en la que no fluye vida ni energía, es un estado estático inerte. Por tanto, vive y no temas equivocarte con nada ni nadie, experimenta y verifica y saca tu propia Verdad después de todo un proceso. Y aún así, sigue verificando tu Verdad por el resto del tiempo. ¿Qué es Verdad? Quizás todo aquello que me da paz a mí y a mi entorno (esto es, que no genera conflicto violento).


Por tanto, ¿qué hago?, Hago según con lo que quiero hacerme correspondiente.
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¿Y si aún así no sé qué hacer? Haz lo que en ese momento para ti sea lo correcto, piensa lo mejor, habla lo adecuado y haz lo necesario, lo que consideres correcto.
Si tienes una dualidad de decisiones, es importante que aceptes la incertidumbre, decidas y no le tengas miedo al error. Es inevitable equivocarse porque es necesario para aprender. Y si no tomo decisiones, jamás aprenderé. Comprende que cometer errores no es malo..

¿Y si aún así no me hago correspondiente con lo que valoro? Valora lo que ya tienes ahora (tienes lo que necesitas en tu proceso, lo que no tienes es porque ahora no lo necesitas en tu proceso de correspondencia) y sigue verificando con experiencias si realmente te traen paz y te traen un entorno de paz y armonía con tus valores y cualidades, acepta las experiencias como campos de pruebas y verificaciones de lo que obtienes como resultados, busca alternativas y sigue experimentando, analiza si lo que valoras es realmente conveniente o no, sé humilde también reconociendo tu ignorancia y falta de información y experiencia para verificar algo como la Verdad, a lo que date el permiso de experimentar otros caminos y vías hasta dar con el que te da Paz y genera Paz en tu entorno.
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¿Y si no veo ninguna opción más posible?, entonces la situación es por destino y, aún así, al enfrentarla, puedes elegir entonces aprender a trascenderla como un proceso de evolución, hasta que se presente una posibilidad de cambio.


Conclusión:

Cultivar la compasión, la sabiduría y una comprensión más profunda de nosotros mismos y de los demás es un viaje enriquecedor y valiente. Al hacernos correspondientes con lo que valoramos y deseamos, no sólo encontramos un centro de Amor, sino que también impactamos positivamente en nuestro entorno. Cada acción que tomamos puede ser una inspiración para alguien más, y no dudemos que nuestras elecciones pueden generar un efecto positivo en la red de la existencia.


Gracias por leerme. 
Muy buen día. 🙏❤️

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