«Actualmente estoy pasando por una etapa muy complicada en mi vida, en la que muchas de mis creencias, convicciones y apoyos se han derrumbado. En un primer momento intenté salir yo sola de ese estado de depresión aplicándome a mí misma técnicas y consejos de autoayuda encontrados por internet, y claro como os podéis imaginar no funcionó. También estuve un tiempo yendo a una psicóloga, que después por otros motivos, que no vienen al caso, no he podido continuar, ya se sabe que las cosas nunca vienen solas.
Así que cuando Nuria me planteó la posibilidad de iniciar un proceso de coaching con ella, yo la verdad es que no tenía ni idea de a que se estaba refiriendo, ni que es lo que implicaba exactamente. Había oído hablar de eso pero no le había prestado mayor atención.
Pero, dentro de mi pérdida de norte y rumbo, lo único que tenía claro es que quería volver atomar las riendas de mi vida, la ilusión por las cosas y la alegría de vivir. Y entonces pensé: “¿Por qué no probar con el coaching? Mal no me va a hacer, como poco me voy a quedar igual que estoy, pero por lo menos seguimos intentando avanzar y salir del hoyo”. Así que comenzamos hace ya dos meses aproximadamente.
A nivel personal, me está ayudando a valorarme y a quererme un poco más, a subir o reforzar la autoestima. A intentar no ser tan exigente o intransigente conmigo misma. Intentando asumir con “deportividad” las cosas que van sucediendo. Es difícil, por lo menos a mí me resulta extremadamente complicado mirare con amor y cariño. Las personas cercanas a mí me quieren, me valoran y respetan mucho más de lo que yo lo hago a mí misma. Soy consciente, porque me lo han dicho y demostrado en innumerables ocasiones, pero no llego a creerlo o interiorizarlo al cien por cien.
Pero el verdadero cambio empieza por uno mismo, y en eso estamos trabajando. Por eso a lo largo de estas reflexiones he escrito varias veces la palabra “intentar”, porque no voy a mentir, no lo he conseguido del todo, pero sigo o seguimos trabajando en ello. Yo me siento mucho más fuerte. Por supuesto que tengo altibajos, pero si miro hacia atrás y analizo como estaba y me sentía cuando empezamos a como estoy ahora creo que he dado o hemos dado un paso de gigante.
Por eso estoy muy motivada y con ganas de seguir adelante. Nuria está siendo clave, me siento acompañada en el proceso y para mí es fundamental, tener el apoyo y respeto de una magnifica profesional y persona que te ayuda a sacar todo el potencial y lo mejor que todos tenemos dentro, que es mucho. Pero…¡hay que creérselo y seguir trabajando!»